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¿Cómo y para qué recitar el mantra Akaal?





En la tradición del kundalini yoga hay un mantra para acompañar nuestros duelos. Se dice que al Alma le toma diecisiete días atravesar los éteres azules, es decir, vencer la fuerza electromagnética del planeta Tierra y elevarse a otras esferas. Recitamos Akaal para ayudar a nuestros corazones a hacer las paces con la pérdida, agradecer por sus vidas y también para ayudar a nuestros seres queridos a seguir con su camino estelar.



¿Pero cuánto tiempo nos toma adaptarnos a la Tierra al llegar a ella? Más de diecisiete días, seguro. ¿Cuántos años toma a un niño a una niña, tomar consciencia de su ser individual? Al menos siete años si tenemos en cuenta los ciclos de Saturno y Urano. Siete años en los que construimos un sistema de mecanismos de defensa, o Ser Oculto, constituido por una serie de actitudes y respuestas que repetimos para hacer frente a lo que sentimos como amenaza. Esto no quiere decir, por supuesto, que debamos pasar siete años recitando el Akaal cuando alguien fallece, pero sí tener en cuenta la “relatividad” del tiempo. ¿Diecisiete días? ¿Nueve días como en la tradición católica? ¿Tres meses? Sólo tú lo sabes.

Recientemente se cumplieron 14 años del fallecimiento de mi abuelo paterno. Me sorprendió ver la tristeza en los ojos de mi padre al recordarlo. Cada corazón determina la duración de sus duelos. Akaal, que significa Inmortal, es una herramienta para recordar a un nivel muy profundo, incluso celular, que estamos hechos del mismo material de las estrellas. El sonido es la fuente primordial de creación, por ello los mantras y su entonación, son corrientes sonoras que transmiten información más allá del entendimiento de la mente.

Frente a la muerte tal vez no hay más remedio que afirmar la propia vida, poniéndonos a la altura del amor que hemos recibido. Irradiar la información celular que siempre busca la luz, la evolución y la verdad. Florecer en donde estamos es una manera de honrar nuestros linajes. Decir sí a la vida implica dejar de hacer de Madame Muerte, la gran excluida. Hacerle un espacio en la mesa, reconocerla y agradecerle por recordarnos que somos seres de tiempo, aunque en esencia, seamos eternos.


¿Cómo recitar el Akaal?

En tiempos de duelo es clave crear un altar a las siete direcciones que haga visible lo innegable: la ausencia de quien se fue. No solamente con fotografías, también con objetos. Permítete además el vacío de algunas hojas blancas para que aquello que surja en palabras encuentre lugar. Escríbelo.

Es importante también tener representantes de los cuatro elementos y las siete direcciones:

Cuatro elementos: Tierra, puede ser una planta pequeña. Agua, en un pequeño recipiente. Fuego, velas. Aire: incienso, palo santo, salvia blanca o algo que al quemarse y consumirse te recuerde lo efímero de los momentos y la importancia de disfrutar la vida ahora.

Respecto a las primeras cuatro direcciones:

~ Ten en cuenta que el altar mire hacia el occidente, el lugar donde muere el día. Esta es una manera de honrar a la Gran Maestra Muerte y que tu devoción, tu altar, la mire de frente.

~ En dirección norte pon el incienso encendido para que el Alma recuerde elevarse y seguir la atracción de su estrella.

~ En el sur, tu pequeña planta sembrada, para que la memoria kármica del peso del cuerpo se entregue por completo, ayudando en la elevación del Alma.

~ Hacia el oriente mirarás tú, cada vez que te sientes frente a tu altar. Mirarás en dirección al nacimiento del sol, recordando que ninguna noche y ninguna tristeza es eterna. La separación, aunque abrupta y dolorosa, es una tan solo una ilusión. No están tan lejos.

Las tres direcciones restantes están en el propio cuerpo: el Padre Cielo en nuestra capacidad de estar erguidos, La Madre Tierra en nuestra relación con el planeta y su magnetismo. Para vivir estas direcciones es importante que a tu manera muevas tu cuerpo y le permitas expresar tu tristeza o tu dolor. Séptima dirección: tu propio corazón.


Aquí una práctica sencilla y poderosa: bailar hasta cansarte, tener a la mano un estetoscopio y meditar escuchando tu propio latido, la gran brújula.


¿Versiones del Akaal para recitar?

La versión del maravilloso grupo White Sun y la de Ajeet Kaur, cuya letra en ingles es toda una ofrenda a los linajes del padre y la madre.

«¿Puedes ver los rostros de las madres de tu pasado? Escucha, ellas invocan tu sanación. ¿Puedes ver los rostros de los padres de tu pasado? Escucha, ellos invocan tu sanación.»




Con amor creativo y esperanza infinita, Crista.

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2 comentarios

Gabriela Luna -

Que bellísima explicación…
La ame!

SAT NAM 💜 💕

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Crista Castellanos -

Gracias, Gabriela por tu visita y comentario. Sat Naam.

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